Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados dentro de la Agenda 2030 tienen gran relevancia para la humanidad y para el planeta, pero hay algunos que cobran una dimensión especial, pues se convierten en transversales a los demás. Por otra parte, y dentro de nuestro proyecto de Educación para las Personas Adultas y ODS, el objetivo número 4. “Educación de Calidad”, cobra una especial relevancia, pues es un factor clave para el desarrollo humano y social en todas las edades.
“Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”, este es el título fundamental de este ODS 4 que, como tantos otros, tiene mayor relevancia en plena pandemia mundial de la Covid-19, donde las diferencias se han incrementado y donde las barreras para acceder a una educación de calidad se han vuelto mayores.
Más del 91% de los estudiantes afectados por el cierre de clases
Según datos de la ONU, más de la mitad de todos los niños y adolescentes de todo el mundo no están alcanzando los estándares mínimos de competencia en lectura y matemáticas. Más del 91% de los estudiantes en todo el mundo se han visto afectados en estos últimos meses por el cierre de todo tipo de centros educativos, también los de personas adultas. “Nunca antes habían estado tantos estudiantes fuera de la escuela al mismo tiempo, lo que altera su aprendizaje y cambia drásticamente sus vidas, especialmente las de los más vulnerables y marginados”, alertan desde la ONU.
La UNESCO alerta de que hay más de 750 millones de adultos analfabetos
Por su parte, la UNESCO asevera que más de 262 millones de niños y jóvenes no están escolarizados. Seis de cada diez niños no han adquirido todavía, tras varios años de estudios, las competencias básicas en lectoescritura y aritmética. 750 millones de adultos son analfabetos, algo que contribuye a la pobreza y a la marginalización de gran cantidad de sociedades y grupos de personas en el mundo, también en los países llamados “desarrollados”.
Desde la UNESCO se recuerda que “mientras los gobiernos tienen la responsabilidad principal en garantizar el derecho a una educación de calidad, la Agenda 2030 significa un compromiso universal y colectivo que requiere de la voluntad política, la colaboración mundial y regional, así como del compromiso de todos los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado, la juventud, las Naciones Unidas y otras organizaciones multilaterales para hacer frente a los desafíos educativos y construir sistemas inclusivos, equitativos y pertinentes para todos los educandos”.
Por su parte, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres hablaba en 2020 de una “catástrofe generacional”, para calificar la crisis sin precedentes de la educación ocasionada por la Covid-19.
Una pandemia que, como se temía, ha dejado al descubierto los problemas que ya existían en el sector educativo, y que no habían sido abordados de manera adecuada durante mucho tiempo. Asimismo, reveló las desigualdades alarmantes en el seno de los países y entre estos, que deben ser remediados urgentemente para garantizar el derecho fundamental de cada persona a recibir una educación de calidad.
Ahora mismo la Coalición Mundial para la Educación aspira a:
- Ayudar a los países a movilizar recursos e implementar soluciones innovadoras y adecuadas al contexto para proporcionar una educación a distancia a la vez que se aprovechan los enfoques de alta tecnología, baja tecnología o sin tecnología.
- Buscar soluciones equitativas y el acceso universal.
- Garantizar respuestas coordinadas y evitar el solapamiento de los esfuerzos.
- Facilitar la vuelta de los estudiantes a las escuelas cuando vuelvan a abrir para evitar un aumento significativo de las tasas de abandono escolar.
Algunas metas del ODS 4. Educación de Calidad
Entre las principales metas que se ha marcado la comunidad internacional con este ODS 4. Educación de Calidad se encuentran las siguientes:
- De aquí a 2030, asegurar que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos.
- De aquí a 2030, asegurar el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria.
- De aquí a 2030, aumentar considerablemente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento.
- De aquí a 2030, asegurar que todos los jóvenes y una proporción considerable de los adultos, tanto hombres como mujeres, estén alfabetizados y tengan nociones elementales de aritmética.
- De aquí a 2020, aumentar considerablemente a nivel mundial el número de becas disponibles para los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados, los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países africanos, a fin de que sus estudiantes puedan matricularse en programas de enseñanza superior, incluidos programas de formación profesional y programas técnicos, científicos, de ingeniería y de tecnología de la información y las comunicaciones, de países desarrollados y otros países en desarrollo.
Metas ambiciosas, en la línea general de los ODS, pero también necesarias. Pero, ante todo, metas que solo se podrán cumplir con el compromiso y las acciones eficientes y efectivas del conjunto de la sociedad en todo el mundo.
Reportajes sobre los ODS
Os recordamos que este reportaje forma parte de nuestra serie de artículos sobre los ODS, de los cuales ya hemos publicado los siguientes:
Los ODS y cómo la pandemia de la Covid-19 les afecta.
Fin de la Pobreza. El ODS1 que marca el camino a los demás
ODS2. Hambre cero. ¿Utopía o realidad?
ODS3. Salud y Bienestar. Un objetivo que la Covid-19 ha vuelto aún más vital