El último informe de la OCDE para la Cooperación y Desarrollo Económicos vuelve a poner en el punto de mira diversos aspectos del sistema educativo español. De este modo, entre las principales debilidades y necesidades de mejora se encuentra la altístima tasa de repetición de curso por parte de los alumnos de secundaria, que dobla la de otros países desarrollados y se sitúa por encima del 8%, mientras que la media de la OCDE apenas es del 1,9%.

Un problema que afecta más a los chicos que a las chicas, ya que los primeros representan el 60 % de los repetidores en la primera etapa de secundaria (la ESO) y el 56 % en la segunda (Bachillerato y FP). Cabe resaltar, además, que los estudiantes procedentes de entornos vulnerables y con origen migrante sufren más estas altas tasas de repetición escolar, por lo que convendría poner el foco en ellos y en sus problemáticas y circusntancias especiales.

El fracaso escolar, muy alto en España

 

Lo más preocupante es que estas cifras de repetición de curso conllevan otras consecuencias que afectan también a los altos porcentajes de abandono educativo. El estudio de la OCDE pone sobre la mesa que en el grupo de los jóvenes adultos de 25 a 34 años, un 28,3% no habían llegado siquiera a completar la segunda etapa de secundaria, prácticamente el doble de la media de la OCDE, donde es del 14,8%. De ahí se desprende la gran importancia y relevancia que la Educación para Personas Adultas tiene todavía en España, pues para muchas personas es la última oportunidad de progresar no solo en su formación, sino en sus carreras profesionales y, consecuentemente, en su nivel de vida e incluso de satisfacción personal.

No es una cuestión para tomársela a la ligera, ni mucho menos, porque en un mundo cada vez más global y competitivo, resulta preocupante que el nivel de abandono escolar español sea muy superior al del resto de Europa y más aún si se compara con otras potencias mundiales como Estados Unidos (6 %), Canadá (5,3 %) o Corea del Sur (2 %). Es más, tan solo dos países de la OCDE superan estas altas cifras de abandono educativo español. Se trata de México (46,1 %) y Costa Rica (44,1 %).

Más paro y peores salarios

Una clase en Costa Rica. Fotografía: Alberto Pla para la Fundación SOLCA

Pero tener menos formación va mucho más allá de cuestiones de crecimiento personal o autorealización. Los datos recabados por la OCDE constatan que las personas con menores niveles educativos sufren no solo más paro, sino también remuneraciones bastante más bajas. Y en esto España también está a la cola, porque entre los jóvenes adultos de 25 a 24 años el paro creció hasta el 27,6% mientras que la media de la OCDE es del 15,1%.

Aquí, al revés que ocurre con la tasa de repetición escolar, se ven más afectadas las mujeres. Solo el 47% de las mujeres jóvenes con bajo nivel de estudios tenían un empleo en 2020, en comparación con el 66% de los hombres.

Cifras para ser optimistas

Una clase universitaria en España.

Pero no todo es negativo, la OCDE asevera que el porcentaje de población adulta española (25 a 64 años) con estudios postobligatorios ha subido 10 puntos porcentuales entre 2010 y 2020, hasta alcanzar el 62,9 %. Aunque luego faltaría ver cuánta de esta población ejerce un trabajo acorde con sus estudios…

Por otra parte, La tasa de escolarización en 2019 en el primer ciclo de educación infantil en programas clasificados dentro del CINE 01 en España es del 39,6 %, superior a la media de la OCDE (24,9 %) y de la UE22 (22,4 %), y crece casi 5 puntos porcentuales desde el año 2015. A partir de ahí, hay que conseguir que estas cifras no bajen a medida que estos niños y niñas van creciendo.

Pueden descargar el informe completo de la OCDE relativo a España aquí.

 

 

 

 

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