Los Objetivos y metas de Desarrollo Sostenible son una serie de propuestas que los líderes mundiales adoptaron el 25 de septiembre de 2015 y que se ponían como meta el año 2030

Ahora, seis años después de aquella firma, y con una pandemia mundial de por medio, muchos de ellos se han visto afectados, como ya contamos en este otro artículo.

La nueva agenda de desarrollo sostenible propone una serie de metas específicas, algunas de ellas por países o por regiones, para ir cumpliendo cada uno de estos objetivos. Pero, ¿en qué consiste cada uno y por qué son importantes? A lo largo de diversos artículos iremos analizando estos 17 ODS y veremos qué podemos hacer, a nivel individual, y colectivo, para ayudar a alcanzarlos y contribuir así a un mundo sostenible para nosotros y para las futuras generaciones.

De este modo, en este artículo nos centraremos en el ODS1: Fin de la pobreza. Un objetivo muy ambicioso, que tantas veces se ha propuesto ya, sin éxito, en el pasado, y que marca el camino para los demás, porque sin erradicar la pobreza en el mundo es muy complicado, por no decir imposible, alcanzar otros objetivos.

Cada ODS tiene un símbolo asignado que lo representa. En este caso, el ODS1 es un grupo de personas cogidos de la mano, con un fondo rojo. El nombre largo de este ODS1 dice “poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo”.

Hasta 2015, de hecho, se estaba logrando una disminución de la pobreza a nivel global. Pero las Naciones Unidas advierten ya de que las consecuencias de la pandemia mundial podrían incrementar la pobreza en el mundo hasta llegar a afectar a 500 millones de personas más.

Actualmente, ni siquiera tener trabajo garantiza estar fuera de esos umbrales de pobreza. Es más, el 8%de los trabajadores de todo el mundo, y sus familias, vivían en situación de extrema pobreza en 2018. Y uno de cada cinco niños vive en situación de extrema pobreza.

¿Cómo contribuir a reducir la pobreza mundial?

Personas sin trabajo tras la crisis del Ébola en Liberia en 2014. Photo: UNDP/Morgana Wingard

A priori, puede parecer complicado, al menos individual, llevar a cabo actos para reducir estos altísimos niveles de pobreza. Pero, como suele ocurrir, podemos hacer más de lo que pensamos. Desde presionar a nuestros gobiernos para que aumenten los presupuestos destinados a la cooperación internacional, hasta formar parte de forma activa de ONG o Fundaciones, hasta incluso hablar de estos temas con nuestros amigos, familiares, conocidos.

Otra forma de luchar contra la pobreza, las injusticias y las desigualdades es fomentar el comercio justo, así como llevar a cabo un consumo responsable y sostenible. Preguntarnos de dónde viene aquello que consumimos, de qué manera se ha producido o fabricado… también podemos contribuir a apoyar los bancos de alimentos en nuestras comunidades o hacernos voluntarios.

Girar la cara, no implicarse, no actuar, hace que seamos parte del problema, en vez de parte de la solución.

Las Naciones Unidas, por su parte, han elaborado un Marco para la respuesta socioeconómica inmediata a la COVID-19, con el que apelan a ampliar de manera extraordinaria el apoyo internacional y el compromiso político con el fin de garantizar que personas de todo el mundo tengan acceso a servicios esenciales y a protección social.

¿Cuáles son las metas principales del ODS1?

Una madre alimentando a sus hijos con cereales que ha recibido en un punto de distribución del Programa Mundial de Alimentos en Maiduguri, Nigeria PMA/Oluwaseun Oluwamuyiwa Una madre alimentando a sus hijos con cereales que ha recibido en un punto de distribución del Programa Mundial de Alimentos en Maiduguri, Nigeria

Una madre alimentando a sus hijos con cereales que ha recibido en un punto de distribución del Programa Mundial de Alimentos en Maiduguri, Nigeria. Foto: PMA/Oluwaseun Oluwamuyiwa

A continuación, indicamos las metas principales del ODS1. Erradicación de la pobreza. Y os animamos a pensar en ellas, a comentarlas con vuestras familias, amistades, círculos sociales, compañeros de trabajo. A compartirlas en redes sociales… Os invitamos a pensar qué podéis hacer para conseguirlas y mejorar así la vida para muchas personas en muchos lugares del mundo.

1.1  Para 2030, erradicar la pobreza extrema para todas las personas en el mundo, actualmente medida por un ingreso por persona inferior a 1,25 dólares al día.

1.2  Para 2030, reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños y niñas de todas las edades que viven en la pobreza en todas sus dimensiones con arreglo a las definiciones nacionales.

1.3   Poner en práctica a nivel nacional sistemas y medidas apropiadas de protección social para todos y, para 2030, lograr una amplia cobertura de los pobres y los más vulnerables.

1.4   Para 2030, garantizar que todos los hombres y mujeres, en particular los pobres y los más vulnerables, tengan los mismos derechos a los recursos económicos, así como acceso a los servicios básicos, la propiedad y el control de las tierras y otros bienes, la herencia, los recursos naturales, las nuevas tecnologías y los servicios económicos, incluida la microfinanciación.

1.5   Para 2030, fomentar la resiliencia de los pobres y las personas que se encuentran en situaciones vulnerables y reducir su exposición y vulnerabilidad a los fenómenos extremos relacionados con el clima y a otros desastres económicos, sociales y ambientales.

1.a   Garantizar una movilización importante de recursos procedentes de diversas fuentes, incluso mediante la mejora de la cooperación para el desarrollo, a fin de proporcionar medios suficientes y previsibles para los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados, para poner en práctica programas y políticas encaminados a poner fin a la pobreza en todas sus dimensiones.

1.b   Crear marcos normativos sólidos en el ámbito nacional, regional e internacional, sobre la base de estrategias de desarrollo en favor de los pobres que tengan en cuenta las cuestiones de género, a fin de apoyar la inversión acelerada en medidas para erradicar la pobreza.

 PMA/Arete/Fredrik Lerneryd Niño con desnutrición en una revisión de rutina en Kalemie, República Democrática del Congo.

Niño con desnutrición en una revisión de rutina en Kalemie, República Democrática del Congo. Foto: PMA/Arete/Fredrik Lerneryd

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