La Covid-19 ha ocasionado todo tipo de consecuencias para nuestras vidas presentes y futuras y para nuestro planeta. Pérdidas de vidas humanas, crisis económicas, aumento de las desigualdades sociales, incremento de las migraciones forzosas, depresiones psicológicas… todo ello, como se temía desde que se desató la pandemia y como los meses han ido confirmando, está repercutiendo ya en las previsiones del cumplimiento de los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), cuyo plazo se había fijado para 2030.

No obstante, una vez más, y si una acción conjunta y decidida de toda la sociedad, a nivel global, no lo impide, gran parte de estos objetivos tendrán que aplazarse de nuevo con lo que ello implica no solo para nosotros, sino para el ecosistema, la fauna y la flora y para el planeta en su conjunto.

Informe anual de los ODS por parte de la ONU

Cada año la ONU elabora el Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el último de los cuales se publicó a mediados de 2020. En él se proporciona un panorama general de los esfuerzos realizados hasta la fecha para su aplicación en todo el mundo, subrayando las esferas de progreso y las esferas en las que se deben tomar más medidas para garantizar que nadie se quede atrás.

Este destacaba logros generales en aspectos como la mejora de la salud maternoinfantil, la ampliación del acceso a la electricidad y el aumento de la representación de las mujeres en el Gobierno.

Aun así, estos avances se han visto contrarrestados en todo el mundo por la creciente inseguridad alimentaria, el deterioro del entorno natural y las persistentes desigualdades dominantes. Y, cómo no, por el impacto de la Covid-19 la cual, según indican fuentes de la ONU: “Ha desatado una crisis sin precedentes que obstaculiza aún más el progreso de los ODS, lo que afecta en mayor medida a las personas más pobres y vulnerables del mundo”.

Como indicaba el Secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en la presentación de este informe: “Al iniciar este Decenio de Acción para la realización de los ODS, hago un llamamiento a renovar la ambición, la movilización, el liderazgo y la acción colectiva, no sólo para vencer la COVID-19 sino para recuperarnos de una manera mejor y conjunta, para así poder ganar la carrera contra el cambio climático, abordar decididamente la pobreza y la desigualdad, empoderar verdaderamente a todas las mujeres y niñas, y crear sociedades más inclusivas y equitativas en todas partes”.

Gran parte de las previsiones de este informe han sido constatadas hace unos días por otro informe muy relevante, el que elabora cada año la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

El informe constata que entre 2015 y 2019, la comunidad mundial avanzó significativamente en los ODS. Los progresos varían según los ODS, las regiones y los países. Como en años anteriores, el índice de los ODS está encabezado por tres países nórdicos: Suecia,  Dinamarca  y Finlandia. Sin embargo, incluso estos países se enfrentan a importantes desafíos en la consecución de al menos uno de los objetivos. De hecho, ningún país va por buen camino para alcanzar todos los ODS.

El informe añade que la Covid-19 es probable que tenga graves impactos negativos a corto plazo en la mayoría de los ODS. En particular en el ODS 1 (Sin pobreza), el ODS 2 (Sin Hambre), el ODS 3 (Buena Salud y Bienestar) y el ODS 8 (Trabajo Decente y Crecimiento Económico). La Covid-19 amplifica gravemente las desigualdades de ingresos y otras formas de desigualdades. La pandemia ha supuesto impactos ambientales reducidos  como resultado de la disminución de la actividad económica. Un objetivo clave es restablecer la actividad económica sin simplemente restaurar los viejos patrones de degradación ambiental.

Otra de sus conclusiones es que «a pesar de la retórica política, pocos países me han integrado intensivamente en los ODS en las prácticas y procedimientos de gestión pública, incluidos los presupuestos nacionales. En particular, teniendo en cuenta su tamaño e importancia en la economía y el comercio mundiales, los países del G20 deberían intensificar los esfuerzos y las acciones de política para los ODS».

«La cooperación internacional, cubierta por el ODS 17 (Asociaciones para los Objetivos), puede acelerar una resolución favorable y rápida de la epidemia. De hecho, no hay otra manera de tener éxito», asegura el informe.

Impacto de la Covid-19 en los ODS

La crisis ocasionada por la Covid-19 afecta a la práctica totalidad de los ODS, pero en especial a algunos de ellos. En este sentido, su impacto en la sociedad y en la economía global llevará a un aumento en el número de personas pobres y en riesgo de pobreza, lo que pondrá en riesgo la consecución del ODS 1 (Fin de la pobreza).

Además, la crisis económica conllevará un aumento en el desempleo y en el número de personas que tienen una situación laboral precaria, lo que dificulta la consecución del ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico).

El Covid-19 también ha agravado las situaciones de violencia contra los grupos vulnerables, como las mujeres y los niños, lo que pone en riesgo la consecución del ODS 5 (Igualdad de género) y del ODS 16 (Paz, justicia e instituciones sólidas).

Los servicios públicos serán clave para contrarrestar los efectos

Ante esta situación, el refuerzo de los servicios públicos de protección son y serán claves par contrarrestar estos efectos. Desde la Unión Europea ya se han prometido miles de millones de euros en ayudas, lo mismo han indicado gobiernos y organismos de diferentes partes del mundo. Pero todos estos recursos han de llegar, y hacerlo de forma rápida, ágil y efectiva, a las poblaciones más necesitadas.

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