En pleno mes de agosto, vivimos olas sucesivas de calor en diferentes puntos del hemisferio norte. Olas que van acompañadas de fenómenos como grandes incendios, inundaciones, muertes por calor cada vez más frecuentes, degradación de los suelos, aumento de la desertificación…, gran parte de los cuales se ven agravados por la acción del ser humano.
Incendio en un parque nacional den Oregon, Estados Unidos. Foto: Unsplash/Marcus Kauffman
De este modo, un nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático demuestra que las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades humanas son responsables de un calentamiento del planeta en un 1,1° grados centígrados desde el periodo 1850-1900 hasta la actualidad.
Esta evaluación se basa en los conjuntos de datos recogidos por todos los científicos del mundo dedicados a observar el clima. En ellas coinciden en que el clima está cambiando en todos los rincones del planeta a una escala no vista en miles y hasta cientos de miles de años. Y aseveran que algunos de esos cambios en marcha serán irreversibles por miles y hasta cientos de miles de años.
Aún no está todo perdido pero hay que actuar ya
Los incendios forestales en Australia son un muestra más del avance del cambio climático. Foto: Unsplash/Jo-Anne McArthur
Ante estas alertas cabe preguntarse si ya es demasiado tarde. La verdad es que podría serlo, pero también podemos actuar ya, de forma decidida, unitaria y global para revertirlo. Los mismos expertos coinciden en que una reducción enérgica y duradera de las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero pueden limitar la magnitud del cambio climático”. Eso sí, aunque esto se produjera, tardaríamos entre 20 y 30 años en volver a estabilizar las temperaturas del planeta.
El informe Cambio Climático: la bases científicas fue aprobado por los 195 gobiernos que forman parte del citado Grupo, y se trata de la primera entrega de las seis que se publicarán hasta el año 2022.
Tras conocerse el informe, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, dijo que este era nada menos que «un código rojo para la humanidad. Las señales de alarma son ensordecedoras y las pruebas son irrefutables«.
El titular de la ONU explicó que las soluciones están claras: «Las economías inclusivas y verdes, la prosperidad y un aire más limpio, junto con una mejor salud, son posibles para todos, si respondemos a esta crisis con solidaridad y valor«, dijo.
Efectos según los incrementos de temperatura globales
Nubes supercelulares sobre Burling en el estado de Colorado, en los Estados Unidos. Foto: OMM/Guillaume Hobam
Con un aumento de 1,5°C, habrá más olas de calor, las estaciones cálidas serán más largas y las frías más cortas. Y con un aumento de 2° C, los eventos extremos de calor serán más frecuentes y se llegará a niveles de tolerancia crítica para la salud y la agricultura.
También se producirán cambios en la humedad y la sequedad, en los vientos, la nieve y el hielo y en las áreas costeras. Entre los efectos cabe destacar algunos como que habrá lluvias más intensas, más inundaciones, pero también sequías mas largas. Variarán los patrones habituales de lluvias. Se inundarán más las zonas más bajas, cercanas al mar. El permafrost y los glaciares se derretirán más rápidamente, se incrementará la acidificación del agua, reduciendo sus niveles de oxígeno, con consecuencias dramáticas para todo tipo de especies marinas y ecosistemas, algo que ya se aprecia claramente en el blanqueamiento de los corales en diferentes lugares del mundo.
Nueva ley de Cambio Climático de la Generalitat Valenciana
La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà. Foto: GVA
Entre las medidas que podemos hacer para revertir estos peligros se encuentran cambios de actitudes y costumbres a nivel personal y colectivo, pero también modificaciones y legislaciones desde las instituciones públicas. En este sentido, el Gobierno de España aprobó en mayo de este mismo año su primera Ley de Cambio Climático y ahora son las autonomías, como la Comunidad Valenciana, las que avanzan en legislaciones similares.
Así, el Consell aprobó el pasado 6 de agosto el anteproyecto de Ley del Cambio Climático y Transición Ecológica de la Comunitat Valenciana, que define el marco legislativo para garantizar la transición ordenada hacia una economía eficiente en el uso de recursos.
La vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra, explicaba que la elaboración de esta ley, «así como la Declaración de Emergencia Climática, aprobada por el Consell en 2019, responde a la necesidad de definir un marco a medio y largo plazo para garantizar una transición ordenada de nuestra economía hacia una economía baja en carbono, competitiva, innovadora, eficiente en el uso de recursos y resiliente con el clima, que es lo que nos exige el Acuerdo de París, con el que nos hemos comprometido».
Por su parte, la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, remarcaba que «el calentamiento registrado en el Mediterráneo es superior al del planeta y resulta perentorio impulsar marcos legislativos como la Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica».
La Ley de Cambio Climático marca como objetivo, de acuerdo con las líneas fijadas por la Unión Europea, reducir un 40% las emisiones de CO2 en 2030 y declarar la neutralidad de emisiones en 2050.
El texto normativo también aborda el impulso de la implantación de actividades económicas y de creación de puestos de trabajo verdes y la potenciación de la educación ambiental.
